Inminente publicación del convenio de Oficinas y Despachos de Valencia tras muchos meses de trabajo y revisiones administrativas

La publicación del nuevo convenio colectivo de Oficinas y Despachos de la provincia de Valencia es inminente. Así nos lo ha notificado hoy mismo la autoridad laboral tras recibir, ayer lunes, las modificaciones solicitadas hace un mes. Y así lo anunciaremos en cuanto el texto esté publicado.
 

La redacción definitiva de este convenio ha requerido de un proceso largo y complejo, con numerosas fases de negociación, adaptaciones normativas y revisiones por parte de la administración. Desde OFYDES queremos explicar con transparencia el porqué de los plazos y responder a las inquietudes que algunos trabajadores y empresas han expresado públicamente.

“El proceso de negociación de un convenio colectivo no está sometido a plazos cerrados. Se trata de alcanzar un acuerdo sólido, consensuado y duradero entre todas las partes. Eso lleva tiempo, y más cuando se abordan temas que van más allá del salario”, señala Iván Mañas, presidente de OFYDES. En este sentido, recuerda que el convenio colectivo no se limita a la actualización de las tablas salariales, sino que incluye la regulación de permisos, derechos, condiciones contractuales, grupos profesionales y muchas otras cuestiones que afectan directamente al día a día laboral.

El retraso no se ha debido a falta de trabajo o compromiso

En los últimos meses, algunas personas han manifestado su malestar en redes sociales por la tardanza en la publicación del convenio. Ante esto, Mañas insiste en que el retraso no se ha debido a falta de trabajo o compromiso: “Durante todo este tiempo hemos estado negociando activamente. Pero en ocasiones no llegábamos a puntos de encuentro, ni más ni menos. Ha habido partes que ni siquiera pudimos tratar en su momento, por motivos diversos, dentro de la dinámica habitual de la negociación colectiva”.

Una vez se logró, a través de la negociación, el objetivo de cerrar un texto definitivo del convenio, el documento se remitió a la administración para su validación. Sin embargo, fue entonces cuando surgió un nuevo obstáculo: tener que subsanarlo adaptándolo a la nueva regulación.

Casi cuatro meses para contestar

“La administración tardó casi cuatro meses en contestar. Nos indicaron que era necesario realizar una serie de subsanaciones, entre ellas, la adaptación del texto al nuevo RD 1026/2024 que afectaba al colectivo LGTBI, que no estaba contemplada en la versión inicial del convenio”, explica Mañas. Esa revisión implicaba introducir cambios, nuevos protocolos de actuación en nuestras empresas encaminados a la protección contra el acoso y discriminación del colectivo recogidos en el texto legal. “Nada más recibir esa comunicación, a principios de junio, nos hemos puesto manos a la obra y en un mes hemos subsanado todas las consideraciones y salvedades que nos ha indicado la Autoridad laboral”, asegura.

Pero incluso durante esa fase de subsanación, han surgido nuevas dificultades de interpretación entre los agentes sociales. Por ejemplo, en relación a los permisos retribuidos asociados a la condición LGTBI. “Desde la parte social se planteaba que debían reconocerse permisos específicos por esta condición. Nosotros entendíamos que eso podía incurrir en una discriminación positiva y proponíamos una redacción más equilibrada e igualitaria. Al final, ha sido necesario un mes más de negociación para cerrar también ese punto”, detalla Mañas.

El convenio ya ha sido subsanado y nuevamente presentado ante la Dirección Territorial de Trabajo. En estos momentos, se encuentra ya en manos de la Conselleria para su futura publicación. “Hemos sido diligentes. En un mes hemos resuelto todos los requerimientos que nos habían comunicado. Ahora solo queda esperar que se publique oficialmente, algo que esperamos que ocurra en breve porque ya se han atendido todas las observaciones”, apunta el presidente de OFYDES.

No solo actualización salarial

Aunque gran parte del debate público se ha centrado en la actualización salarial, Mañas recuerda que el objetivo del convenio no es únicamente fijar retribuciones mínimas: “El salario mínimo interprofesional ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años, y eso nos ha obligado a adaptar salarialmente a los grupos profesionales más bajos. Los  convenios colectivos fijan los umbrales mínimos en cuanto a retribución, y con ello lo que vengo a decir, es que cada empresa es muy dueña de mejorar los salarios de sus trabajadores y luego compensar o absorber los mismos con los incrementos que el convenio colectivo establezca finalmente tras la publicación del mismo”.

En ese sentido, aclara que los atrasos salariales que se generarán tras la publicación —puesto que el convenio tendrá efectos retroactivos— afectarán sobre todo a quienes han venido aplicando estrictamente las condiciones del convenio anterior. “Va a haber atrasos importantes en algunos casos, pero eso no significa que todas las empresas hayan estado esperando para actualizar sueldos. La mayoría de los despachos ya aplican mejoras por encima del convenio, precisamente para no tener abonar unos atrasos muy elevados”, afirma.

Desde OFYDES queremos insistir en que la entidad ha actuado con responsabilidad y compromiso durante todo el proceso. “Nuestro papel es sentar unas bases que garanticen derechos, condiciones justas y equilibrio entre empresas y trabajadores. No imponemos salarios, ni decidimos por las empresas. Damos un marco legal y razonable que, una vez publicado, servirá como referencia para todos”, concluye Iván Mañas.